Los negacionistas del cambio climático y anti-renovables ya no saben qué inventarse para acusar de todos los males del mundo a las fuentes de energía de orígenes distintos del fósil o del nuclear.
Hace unos días, Mark Duchamp se volvía a retratar en uno de sus blogs con el post «Renewable energy kills 900 jobs – two Alcoa plants to close in Spain» (Las Renovables matan 900 empleos. Dos instalaciones de Alcoa cierran en España), que traduzco:
Alcoa cierra dos instalaciones en España. El alto coste de la energía tiene la culpa.»Los precios de la electricidad española para Alcoa podrían llevar a su cierre» (A menos que se concedan subvenciones). Ver el artículo: Los precios de la electricidad española.
Un medio de noticias español así lo publicó: “El cierre de Alcoa en España levanta a la industria contra el alto coste de la energía”. En el artículo se puede leer: “[Alcoa] ha anunciado un despido colectivo que supone, de hecho, el cierre de dos de sus seis fábricas en España, la de Avilés (Asturias) y A Coruña.” Leer más: El cierre de Alcoa en España
Nuestros comentarios: Se mostraron las protestas en la televisión española anoche y se mencionaron en el periódico regional La Voz de Galicia Pero como de costumbre, los medios españoles NO QUISIERON aludir al alto coste de la energía renovable, responsable de este nuevo fiasco… La ofuscación reina y acusarán a los culpables de siempre: las corporaciones multinacionales, las compañías energéticas, el capitalismo… [sic]
Alcoa ha cerrado otras instalaciones en Australia e Italia, países cuya carestía de energía renovable no puede competir contra la industria china en expansión, basada en la barata y abundante energía del carbón. Ver: Reuters on Alcoa Australia
De nuevo, el gurú anti-renovables acude a justificar las energías fósiles, defender la industria devoradora de energía y exculpar a las grandes empresas… en nombre del lema «salvar las aves».
Pero, como siempre, no hay ninguna demostración de sus aseveraciones. Únicamente tres enlaces como referencias:
# El primero, de 11/12/2014, dirige hacia una cabecera de metal-pages.com que reza «Alcoa’s Spanish power costs could lead to closures» (Los costes de la electricidad española para Alcoa pueden llevar a cierres). Sin acceso al desarrollo, el texto no tiene ningún valor argumental. Humo.
# El segundo lleva a un artículo de elconfidencial.com (08/12/2014) con el titular «El cierre de Alcoa en España levanta a la industria contra el alto coste de la energía«. En este medio liberal se toma por cierta la versión sobre el plan de despidos de Alcoa, gigante norteamericano del aluminio, quien pretende justificarse aduciendo pérdidas en sus cuentas sobre la electricidad, vector energético que la industria metalúrgica consume en grandes cantidades y con muy poca eficiencia y -dice- pesa enormemente en sus cuentas, de ahí que tanto la patronal siderúrgica como los sindicatos reclamen la modificación de las retribuciones del mercado eléctrico.
Un momento. ¿Hemos dicho «retribuciones«? En efecto, la gran industria está sujeta a contratos con servicio de interrumpibilidad; esto es, a la posibilidad de que REE le requiera reducir el consumo -y con ello, baje la actividad- ante desequilibrios técnicos entre generación y demanda o, con la nueva Orden, cuando resulte menos costoso frente a otras gestiones de suministro. Esta restricción les es compensada económicamente, mediante subasta a la baja, a estos clientes industriales, que además gozan de un precio reducido para la electricidad consumida.
Esperen. ¿Hemos dicho «precio reducido de la electricidad» a las industrias? Pues sí, según Eurostat, en 2014 (primer semestre, provisional) el precio medio de la electricidad para una planta industrial que consume más de 150.000 MWh anuales en España fue de 5,40 c€/kWh (de los cuales 0,26 c€ son impuestos no recuperables), cuando al consumidor doméstico medio le salió a 22,52 c€/kWh (incluidos 4,81 c€ de impuestos). Los precios a grandes clientes industriales en España son cercanos a los de Polonia o Bulgaria, y menores que en la importadora Italia -donde las rebajas al sector fueron consideradas subsidios ilegales por la Comisión Europea en 2009- o que en Reino Unido, cuya electricidad se produce principalmente con combustibles fósiles y nuclear.
Podemos observar en la Encuesta Industrial de Empresas que publica el INE, cómo la subagrupación Metalurgia (CNAE 24), en la que se inscribe Alcoa Inespal, compraba electricidad por un valor de 1.146 millones de euros en 2008, de 1.238 en 2012 y de 1.102 en 2013; apenas variable. En paralelo, obtuvo subvenciones a la explotación por 33 M€ en 2008, que repuntaron a 164 en 2009 para descender progresivamente a 89 en 2013. Desde luego, si comparamos el gasto eléctrico de 2013 con el total de los 28.352 M€ de gastos de explotación, el resultado es de un 4%. Aunque la media de toda la actividad metalúrgica no tenga que corresponderse forzosamente con la situación de Alcoa, difícilmente la influencia del gasto eléctrico superará la de otros, como la compra de materias primas, que ronda los 17.243 M€ (61%).
En la misma EIE, seleccionando más concretamente el sector Producción de metales preciosos y de otros metales no férreos (CNAE 24.4) puede verse que, si bien los gastos de explotación han crecido de 9.206 a 10.402 M€ en el período 2008-2013, se debe esencialmente al alza de las compras y subcontratas (7.177 a 8.478 M€). Puesto que no se especifica el gasto en electricidad (incluidos en «resto de gastos de explotación»), se han de cruzar los datos con la Encuesta de Consumos Energéticos del propio INE para el mismo sector, que precisamente redujo su gasto eléctrico de 413 M€ en 2009 a 381 M€ en 2011 (del 5,5 al 3,7% de los gastos de explotación). De nuevo, analizamos la media del sector en que se inscribe Alcoa y no la propia empresa, pero cuesta muchísimo imaginar el consumo eléctrico como el principal detonante de los despidos.

INE. Metalurgia no férrea española: Gastos de materias primas, servicios exteriores, personal y «resto» (energía
En su Annual Report 2013, Alcoa asume cerrar complejos ineficientes o de alto coste energético; afirma que sus costes de electricidad representan de media un cuarto del precio de producción del aluminio primario, y en general contrata precios eléctricos a largo plazo:
Para aumentar la rentabilidad de nuestro negocio del aluminio, estamos incrementando la productividad de las fundiciones y cerrando o recortando aquéllas cuya curva de costos es elevada debido a altos precios de energía o a su tecnología ineficiente. [pág. 3]Mediante el proceso Bayer, Alcoa refina alúmina a partir de bauxita; a partir de la alúmina, produce aluminio mediante electrolisis, que requiere enormes cantidades de electricidad. Las cuentas energéticas suponen aproximadamente el 25% de de los costes de producción en el refino de alúmina para el total de la empresa. La electricidad supone aproximadamente el 26% de los costes de producción de aluminio primario de la compañía. A nivel mundial, Alcoa genera alrededor del 20% de la energía empleada en sus propias fundiciones y generalmente adquiere el resto con acuerdos a largo plazo. [pág. 19]
Encontramos en eleconomista.es algo de luz con la redacción de «Alcoa quiere 40 millones para evitar cerrar las plantas de La Coruña y Avilés» (10/12/2014), describiendo los pormenores de la operación fallida de Alcoa en una primera subasta de retribuciones y se anota:
La compañía recibió 190 millones en 2013 y se apuntará del orden de 150 millones en 2014 después de que el presupuesto para la interrumpibilidad se haya reducido dentro de la reforma energética del Gobierno desde los 677 millones de 2013 a los 550 millones de 2014 y la misma cantidad para 2015 (…)
Alcoa consume 6.000 GWh al año aproximadamente, lo que supone un 20 por ciento de los 30.000 GWh que utilizan las 150 industrias interrumpibles existentes en España. Según cálculos aproximados realizados por expertos consultados por este diario, la industria interrumpible paga alrededor de 60 euros/ MWh, lo que supone que para el conjunto de esta industria el recibo eléctrico ascendería a cerca de 1.800 millones, de los que a Alcoa le corresponderían alrededor de 360 millones.
Agradecemos el dato de consumo, aunque será variable en función de la actividad y aun si para ese gigantesca demanda de 6.000.000 MWh se debe aplicar la baratísima tarifa media industrial que describimos más arriba: 5,40 c€/kWh (54 €/MWh). El gasto eléctrico de todas las plantas españolas de Alcoa en 2014 se aproxima a 324 M€, de los que se restan las millonarias retribuciones por interrumpibilidad asignadas y que el consumidor paga vía tarifa. En definitiva, el balance de adquisición de electricidad de Alcoa Inespal para sus tres instalaciones en 2014 se estima en 170-180 M€.
Si la capacidad de La Coruña y Avilés es de 180.000 toneladas anuales, al parecer se encuentran produciendo al 60%, y el consumo eléctrico medio es de unos 20 MWh/t, ambas industrias pueden estar consumiendo 2.150 GWh/año. Con tarifa en la banda IG, la suma de consumo eléctrico de las plantas sobre las que pesa la amenaza de cierre habrá rondado los 116 M€ en 2014. Los ingresos en retribuciones por interrumpibilidad se habrán situado por los 50 – 60 M€. Cuando la empresa anuncia que producir una tonelada de aluminio primario en Avilés se encarecerá 500 euros por tonelada en 2015 está, sencillamente, atribuyendo el sobrecoste a los subsidios dejados de percibir por no haber logrado conseguir cupo en la primera subasta de grandes bloques para 2015.
Retomamos el Annual Report 2013 de Alcoa para analizar la situación de la empresa respecto del marco español:
Europa – Electricidad. Las fundiciones de Alcoa en San Ciprián, La Coruña y Avilés, España, adquieren electricidad mediante acuerdos bilaterales. Estos contratos, iniciados en mayo 2009, cesaron a 31/12/2012 y se sustituyeron por otros nuevos a partir del 01/01/2013. Los de las fundiciones de San Ciprián y Avilés se prolongan por 4 años hasta el 31/12/2016. El de la fundición de La Coruña, inicialmente por un año, se ha prorrogado por otro año adicional que expira el 31/12/2014. Antes del establecimiento del suministro energético mediante contratos bilaterales, Alcoa se sujetaba a una tarifa regulada. El 25/01/2007, la Comisión Europea anunció que había abierto una investigación para establecer si las tarifas reguladas que España garantizaba cumplían con las normas de la UE sobre ayudas estatales. Alcoa estuvo operando en España durante más de 10 añs con una estructura de suministro aprobada por el gobierno en 1986, bajo una tarifa equivalente de 1983. La investigación se limitaba a 2005 y se centró tanto en los consumidores intensivos de electricidad como en las empresas distribuidoras. Alcoa entiende que el sistema tarifario español de electricidad está en conformidad con todas las leyes y regulaciones aplicables, y por lo tanto no se halla ninguna ayuda estatal en este sistema de tarifas. Si la investigación de la CE concluyera que las tarifas eléctricas reguladas para las industrias son ilegales, Alcoa tendría la oportunidad de impugnar la decisión ante los tribunales europeos. El 04/02/2014, la CE anunció una decisión sobre este asunto, afirmando que las tarifas eléctricas garantizadas por España para 2005 no constituían ayudas estatales ilegales. Dada la situación de alto costo de las fundiciones de La Coruña y Avilés, añadida al aumento de los precios de materia prima y a la caída de los precios del aluminio, a principios de enero de 2012, Alcoa anunció su intención de recortar parcial y temporalmente sus fundiciones de La Coruña y Avilés, en España. Las reducciones parciales finalizaron en el primer semestre de 2012. Como resultado de una modificación en el régimen de interrumpibilidad actualmente en vigor en el mercado eléctrico español, en el primer trimestre de 2013, Alcoa recuperó para Avilés y la Coruña una parte (25.000 toneladas primarias anuales) de la capacidad restringida previamente en el primer semestre de 2012, en cumplimiento de los requisitos del régimen de interrumpibilidad modificado. [pág. 22]
Podemos leer en laopinioncoruna.es un artículo más avezado sobre el asunto titulado «Alcoa, un futuro a media luz» (09/12/2014), donde se reproducen declaraciones de la propia Asociación Europea del Aluminio justificando la pérdida de competitividad del sector en toda la UE por el sometimiento al control de políticas de coste eléctrico, y se hace un poco de historia:
(…) hay representantes del sector que aseguran que el resultado de la puja es solo una excusa y que el abandono de sus fábricas en España se produciría tarde o temprano, en cuanto dejase de percibir esas retribuciones que rebajan considerablemente su factura eléctrica.
(…) El gigante mundial del aluminio adquirió la entonces Inespal (antes Endasa) en 1998. Según fuentes del sector, fue un «chollo» para los americanos. El Estado vendió Inespal por unos 400 millones de dólares, pero 200 se cancelaron como deuda y el acuerdo incluyó un contrato de electricidad que ataba a las arcas públicas durante años y que se fue prorrogando hasta 2013, previas advertencias de la aluminera. Así las cosas, la multinacional recibió cuantiosas bonificaciones para ver rebajada su factura de la luz, que supone más o menos el 40% de sus costes de producción. Cuando se acabaron las vacas gordas, llegaron los truenos. «Cerraremos las plantas de España si no hay acuerdo satisfactorio para la tarifa eléctrica», aseveró en una entrevista en 2012 el entonces presidente de Alcoa en España, José Ramón Camino de Miguel. Hubo un nuevo «parche» y la puerta de Alcoa permaneció abierta. Pero con la pérdida de sus bonificaciones eléctricas en la subasta de interrumpibilidad de noviembre la luz roja se encendió de nuevo.
(…) Bonificaciones similares a las españolas las había también en otros países, como Italia. Pero el Tribunal de Justicia de la UE confirmó en 2013 que Italia debía recuperar 295 millones de euros en ayudas ilegales concedidas a Alcoa consistentes en una tarifa preferencial de electricidad. La respuesta de la multinacional aluminera estadounidense fue inmediata: el cierre de las plantas de Portovesme (Cerdeña) y Fusina, ambas de aluminio primario, y la reducción de la producción de nuevo en A Coruña y Avilés, que están funcionando a poco más del 60% de su capacidad.
La caída de la producción es una táctica de mercado de Alcoa, según fuentes del sector: «Para subir el precio del metal, Alcoa redujo producción de modo que la oferta sea menor y suban los precios. Las fábricas de A Coruña y Avilés han subsistido por la energía eléctrica barata, primero por los acuerdos de precios especiales y después como consecuencia de la compensación por la interrumpibilidad. La producción de aluminio básico tiene como principales materias primas la bauxita y la energía eléctrica. En países con recursos hidroeléctricos, como Canadá o Islandia, producir es barato. Pero han ido cerrando las plantas donde la electricidad es cara, como es el caso de Italia».
(…) Fuentes del sector aluminero reconocen que «no es normal» que se apliquen esos incentivos eléctricos a las grandes consumidoras cuando España «produce un 30% más de electricidad de la que consume».
En efecto, el cierre de las plantas de La Coruña y Avilés está premeditado desde tiempo atrás. Un vistazo a reuters.com y su publicación «Alcoa tiene en el punto de mira fundiciones europeas de alto costo» o a la crónica «La crisis europea fuerza pérdidas en Alcoa» de ft.com (09/01/2012) nos retraen al cierre de la contaminante fundición italiana de Portovesme y de instalaciones inactivas en Tennessee y Texas, así como a un plan de reducción parcial y progresiva en la producción de esas dos instalaciones en España, justificando la invariabilidad de un bajo precio de venta del aluminio al tiempo que consideran elevados los costes eléctricos europeos. La estrategia seguida fue la misma: amenazar con cierres poco antes de la negociación de precios eléctricos, presionar para obtener subsidios y retrasar la presentación de los resultados del cuarto trimestre.
Días después de las amenazas, los titulares de prensa se hacían eco de la continuidad de Alcoa: «Alcoa descarta los despidos de Avilés y La Coruña«, «Alcoa mantiene las plantas de Avilés y A Coruña al menos este año«, «Alcoa retira los ERE de las fábricas de La Coruña y Avilés tras obtener un precio bonificado de la luz«, «Alcoa retirará el despido colectivo de Avilés y A Coruña«, «Alcoa da marcha atrás con los despidos en A Coruña y Avilés«. Curiosamente al fin, la empresa había logrado en la repesca de la subasta de interrumpibilidad unas retribuciones suficientes para reducir el gasto energético en ambas plantas.
En enero de 2015, Alcoa publicaba sus buenos resultados económicos del cuarto trimestre de 2014.
De modo que la razón de las plantadas patronales en España no es un alto precio de la electricidad, como aseguran Duchamp o algún medio extranjero, desconocedores del mercado eléctrico español, sino el mal resultado para Alcoa de la primera subasta de retribuciones (o compensaciones, o ayudas, si así lo desean) por interrumpibilidad eléctrica, error de gestión que venía a empeorar una situación de crisis mundial para la maximización de los beneficios del capital esta empresa.
# El tercer enlace del bloguero dirige al artículo de reuters.com «Alcoa completa el cierre de la fundición de aluminio en Australia» (31/07/2014), del que extraemos los siguientes textos traducidos:
Alcoa Inc cerró el viernes su poco rentable fundición de aluminio Point Henry en Australia, lo que subraya las extremas condiciones de mercado que enfrentan los productores en medio de una avalancha de nueva capacidad china (…)
Alcoa anunció en febrero su intención de cerrar progresivamente las operaciones ede la fundición de 51 años, al determinar, tras una revisión de dos años, que no había manera de rentabilizar la instalación (…)
Aunque Alcoa y otros productores cierran viejas instalaciones que ya no pueden competir, la industria china del aluminio se está expandiendo, aunque a un ritmo mucho más lento que en la última década.
Morgan Stanley (…) señala que, desde abril, el ratio de funcionamiento diario de China ha caído por debajo de los niveles pico de 2013, en parte debido a sus tarifas de consumo de electricidad.
No sé ustedes, pero en ningún lugar leemos que la industria china del aluminio se expanda porque el carbón le garantice menores precios eléctricos frente a una «carestía de energía renovable» en Australia e Italia, sino que la obsoleta planta de Alcoa no era rentable por las condiciones de operación. Basta con leer en wsws.org el análisis «Alcoa Australia anuncia cierre de fundición y despido de 1.000 trabajadores» (19/02/2014) para darse cuenta de las reales causas del cierre:
En medio de una crisis económica mundial que empeora, y al final del auge de la inversión minera que ha sostenido el crecimiento económico en Australia tras la crisis financiera de 2008, cada pocos días se presenta un anuncio empresarial de nuevo cierre de planta o de despido masivo (…)
Ejecutivos de Alcoa en EEUU afirmaron que una revisión, iniciada dos años antes, determinó que la fundición y dos trenes de laminado «no tenían visos de resultar financieramente viables«. La instalación Point Henry fue iniciada en 1963, y la compañía rehusó durante años invertir en los recursos necesarios para modernizar las operaciones, que estaban entre los menos eficientes a nivel internacional (…)
La producción mundial de los países capitalistas avanzados se está desplazando hacia Oriente Medio y Asia, principalmente para incurrir en menores costes de energía. La reestructuración se está acelerando por un exceso de oferta de aluminio en los mercados mundiales, esencialmente por la ralentización de la demanda china. Los precios del aluminio han caído desde cerca de 3.200 dólares por tonelada en 2008 a unos 1.800 $/t.Todos los grandes productores están cerrando sus plantas menos rentables. Alcoa está construyendo la fundición de menor coste del mundo en Arabia Saudita, empleando electricidad generada a partir de las baratas reservas de petróleo nacionales, mientras cierra fundiciones en EEUU, Italia, España y ahora Australia. La compañía también está amenazando con cerrar sus tres plantas en Quebec, Canadá, tras el aumento de sus costes de electricidad.
Efectivamente, la transnacional se deslocaliza a países sin política regulatoria de ayudas de estado, sin vigilancia ambiental y sin planes de eficiencia energética. «Alcoa quiere ser gigante en Oriente Medio«, leemos en laopinioncoruna.es.
No hay de dónde sacar que Alcoa cierra en Australia porque le resulta más rentable la electricidad del carbón; en la página 21 del Annual Report 2013 de Alcoa se cita que la propia fundición Point Henry se autoabastece en un 40% desde una central de lignito con contratos de explotación a largo plazo y adquiere el resto a la red, pero desde 2014, la planta debía suministrarse en un mercado nacional de precios variables, que no interesa a la compañía. La afirmación de Duchamp es tanto más absurda cuanto se sabe que Australia genera el 72% de su electricidad con carbones.
Por otro lado, desconocemos qué fuente le ha iluminado para estar al tanto de los precios de la electricidad industrial en China, ni siquiera se conocen a ciencia cierta en los mercados. En wantchinatimes.com se cita: «Es imposible saber con exactitud cuántas tarifas de electricidad existen en China continental, según un informe que dice que ni los funcionarios del gobierno que supervisan las compañías eléctricas ni siquiera las personas que trabajan allí tienen una respuesta firme«. Si, como reproduce ese medio, las tarifas para grandes usos industriales fueron de 0,10 $/kWh en 2010, desde luego resultaron superiores a las europeas.
La enésima conclusión vuelve a ser clara y tajante: Resulta absolutamente falso que la espantada de la contaminante Alcoa se deba a las energías renovables. Y a cada publicación, la palabrería de estos embaucadores se va desvelando irremediablemente, pasando del ridículo al esperpento.