Argumentaciones contra escépticos, I

Una de las conjeturas blandidas por los escépticos sobre el cambio climático antropogénico para oponerse a la responsabilidad humana sobre la reducción de emisiones de CO2, CH4 y N2O es que los ciclos de calentamiento y enfriamiento del planeta se deben únicamente a la actividad solar, no a los gases de efecto invernadero. Según esta afirmación, las temperaturas aumentarían de acorde a una mayor presencia de manchas en nuestra estrella, y descenderían paralelamente cuando se da menor cantidad.

Pero ¿cómo lo demuestran? Todo lo que publican es un gráfico parcial de los ciclos solares, acompañado de la aseveración de que las temperaturas siguen la misma curva y la promesa de que el planeta se enfiará en breve conforme a una prevista bajada en el número de manchas solares. Si cualquiera de esos especuladores del enfriamiento global tuviera un mínimo afán investigador no podría resistir a la tentación de contrastarlo con las anomalías térmicas en el mismo período para convencernos de sus manifestaciones, ¿cierto?

Les bastaría con cruzar los registros del GISS Surface Temperature Analysis (GISTEMP) y del International Space Environment Service (ISES), organismos de los que se sirven cuando tienen la ocasión de atrapar algún dato truncado que les convenga para sostener sus supuestos, como por ejemplo un mes puntual cuya anomalía a la baja no repita récord de calentamiento.

Pero ya les ahorro el trabajo; curioso que es uno.

He aquí las dos series comparadas a lo largo de los períodos comunes hasta la fecha (enero 1991 – agosto 2014), con gráficos presentados en diferentes referencias axiales, y con curvas de tendencia:

Número de manchas solares y anomalías térmicas de la superficie global en centésimas de °C. Gráfico monoaxial

DAVIDCABO-GISS-ISES-biaxial

Número de manchas solares y anomalías térmicas de la superficie global en centésimas de °C. Gráfico biaxial

Bien, ¿dónde está esa supuesta correlación entre la actividad solar y las variaciones de temperatura global?

Pues simplemente, al menos en la escala de los datos disponibles, no existe.

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Capital-reserva de energías fósiles

Propongo hoy un concepto meramente estadístico para comparar la riqueza energética en hidrocarburos de los países y regiones: Su capital-reserva, que consiste simplemente en cifrar las reservas probadas de petróleo crudo, gas natural y carbones a los precios corrientes de la materia prima estándar en mercados internacionales; o sea, como si cada producto tuviera la misma calidad por tipo de fuente, toda esa cantidad pudiera estar disponible y fuera posible venderla en un momento. Evidentemente, no se pretende con ello calcular ni el monto de las extracciones globales, ni el valor de venta de tales reservas, sino emplear un parámetro ficticio para imaginar cuánto capital energético de origen fósil tiene el mundo escondido bajo el colchón.

Pues bien, en base a las estadísticas de BP y calculadas esas reservas a precios de referencia crudo Brent, gas natural UK y carbón NWE, el mundo habría tenido guardados en 2013 unos 327 billones (millones de millones) de dólares en hidrocarburos; esto es, casi cuatro veces y media el PIB global de ese año. Pero la concentración es patente: Ya sólo siete países (Rusia, Venezuela, Arabia Saudí, Irán, Estados Unidos, Canadá e Iraq) acumularon el 60% de este capital, principalmente en forma de petróleo crudo, mientras que la UE tendría apenas almacenados 6 billones de dólares.

Capital-reserva de energías fósiles en 2013, por principales países

Capital-reserva de energías fósiles en 2013, por regiones globales

Por fuentes, los países con mejores herencias serían Venezuela y Arabia Saudí (petróleos), Irán y Rusia (gas natural) y EEUU y Rusia (carbones). Ahora bien, el oro negro copa el 56% del capital-reserva fósil mundial, estando el resto repartido a partes iguales entre las otras dos.

Capital-reserva de energías fósiles en 2013, por fuentes y regiones globales

En lo referente a las reservas de petróleo y gas natural en manos de las principales compañías privadas del sector, en caso de mantenerse los datos de 2012 (2,4% y 3,3% por fuente, respectivamente), la conversión a capital-reserva sería la siguiente:

  • ExxonMobil: 2,180 billones de dólares
  • BP: 1,521 billones de dólares
  • RoyalDutch Shell: 1,128 billones de dólares
  • Chevron: 1,015 billones de dólares
  • Total: 0,946 billones de dólares

En efecto, estas cinco corporaciones acumularían 6,8 billones de dólares en hidrocarburos líquidos y gaseosos. Para hacernos una idea, esta suma equivale a:

  • La mitad del capital-reserva Oil&Gas de los Emiratos Árabes, sexto país en el ranking mundial
  • Superior al de Turkmenistán, Nigeria o Libia, que rondan individualmente el 2,5% global
  • La suma del de China, India, Indonesia, Malasia y Myanmar, donde viven hoy más de 2900 millones de habitantes
  • Cinco veces el de la UE, que adquiere 1/7 de la producción mundial de petróleo y gas
  • Cinco veces el PIB español y el 9% del PIB global en 2013